Llega
a un pueblo aislado rodeado de montañas, un mago joven, delgado y de
altura media, vestido con una chaqueta color roja fuerte, un pantalón
marrón y unas medias beige.Nada
más llegar a la plaza del pueblo, despliega su carromato que se
convierte en un escenario justo en frente del ayuntamiento.
Empieza
su función pero no viene nadie, excepto una anciana amargada que
estaba pelando papas. Entonces se acercó con su bastón para parar
la música del tocadiscos.
Un pescadero gordo con pelo oscuro y con
patillas, pelea a su perro porque no vigila el pescado y se lo llevan
los gatos del barrio.
Por
otro lado, un niño pelirrojo con coleta juega con un palo y al verlo
el mago decide convertirlo en un avión. Al ver el pescadero, el niño
con ese avión le dijo al pescadero:
(p)-
“¡Mira tu magucho de periferia!
(m)-
“¿Qué quieres pescadero de pueblo?”
(p)-
“Sin insultar ¿vale?”
(m)-
“¡Pero si empezaste tu!”
(p)-
“Bueno ¿Te puedo pedir un favor?”
(m)-
“Depende de lo que quieras.”
(p)-
“Pues quiero que me conviertas a mi perro pequeño y flacucho en un
perro grande y fuerte.”
(m)-
“Vale pero quiero antes algo a cambio.”
(p)-
“¿Qué quieres?
(m)-
“Quiero un donativo.
(p)-
“De acuerdo.
(m)-
“Aquí tienes a tu perro”
(p)-
“Pues aquí tienes tu donativo”
Al
ver que ese mago podía convertir cosas sencillas en cosas más
completas, los vecinos del pueblo empezaron a ir a ver si les podía
cambiar sus cosas a mejor, como por ejemplo la anciana que lo pidió
al mago que le cambiara un trapo viejo en un vestido rosa y que le
cambiara el pelo canoso en un pelo rubio con un buen recogido, o
también dos señoras le pidieron que les cambiara dos cestas de
mimbre en dos bolsos de fiesta.
Todos
los habitantes llevaron al mago al ayuntamiento. Entonces se asomó el
alcalde, cuando el mago vió que el alcalde tenía un rubí decidió
hacer su último truco antes de irse porque venía una tormenta. - Cuando llovía todos los trucos desaparecían.- Le hizo una torre con una estatua de rey a su imagen y lo dejó encima.
Aprovechó ese momento para irse con su carromato. La lluvia al tocar cada objeto creado por él los esfumó dejando el pueblo con la desilusión.